jueves, 16 de diciembre de 2010

.............................LA OTRA CARA DEL SEXO..............


Es la enfermedad que se desarrolla como consecuencia de la destrucción progresiva del sistema inmunitario (de las defensas del organismo), producida por un virus descubierto en 1983 y denominado Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH). La definen alguna de estas afecciones: ciertas infecciones, procesos tumorales, estados de desnutrición severa o una afectación importante de la inmunidad.

La palabra SIDA proviene de las iniciales de Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, que consiste en la incapacidad del sistema inmunitario para hacer frente a las infecciones y otros procesos patológicos. El SIDA no es consecuencia de un trastorno hereditario, sino resultado de la exposición a una infección por el VIH, que facilita el desarrollo de nuevas infecciones oportunistas, tumores y otros procesos. Este virus permanece latente y destruye un cierto tipo de linfocitos, células encargadas de la defensa del sistema inmunitario del organismo

¿ Están bien definidas las formas de contagio del SIDA?

Si, se puede resumir en tres modos de contagio:

1º por relaciones sexuales,
2º por la relación materno-filial durante el embarazo, y
3º por medio de contacto con sangre contaminada (transfusiones, jeringuillas).

Cualquier relación sexual con una persona seropositiva aporta el riego de que se haya producido contagio a la persona sana. Una madre puede transmitir la enfermedad a su bebe al dar a luz o al amamantarlo. Por último, las personas que utilizan y comparten jeringuillas en el uso de la droga tiene gran riesgo de contaminarse con el VIH y otros virus.


6- He oído que los condones no son totalmente eficaces para prevenir el SIDA por transmisión sexual. ¿Que hay de cierto en ello?

Cierto, hay muchos estudios científicos que demuestran el riesgo del uso del condón. Son diversas las razones: mal uso, frecuentes roturas, porosidad del látex, minúsculo tamaño del VIH, junto con las frecuentes circunstancias del abuso del alcohol o drogas. Los estudios aseguran que se mantiene un riesgo de entre un 12 y 30 % de que exista contagio. La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) ha asegurado que "el preservativo no elimina el riego de contagio", añadiendo que en materia sexual "la continua fidelidad con una persona no contagiada asegura al 100% el no contagio". Muchas campañas contra el SIDA recaen en una publicidad engañosa cuando aseguran que el uso del preservativo evita la transmisión del SIDA.


Preservativo

¿ El SIDA tiene cura, o no?

En términos generales, la respuesta es no. Una vez que la persona se ha infectado de VIH, no hay quien se lo quite. Lo que es cierto, es que afortunadamente, sobre todo en los países desarrollados, se dispone de medicamentos que frenan la reproducción del VIH, logrando con ello que en muchas personas no les sobrevenga el SIDA. En esas personas, la infección por VIH se convierte en una enfermedad crónica. Si una persona infectada no recibe ningún tipo de tratamiento, lo normal es que en 6 ó 10 años se le desarrolle el SIDA y fallezca. Si recibe tratamiento, no está exenta de la posibilidad de efectos secundarios negativos.
El desarrollo de la enfermedad se produce de forma distinta en los países ricos que en los pobres; en los primeros, los enfermos pueden acceder desde 1996 al tratamiento antirretroviral, mientras que los segundos no pueden costearse los fármacos. Es por ello, por lo que se demanda un esfuerzo de solidaridad por parte de compañías y gobiernos, hacia los países pobres, para que puedan disponer de fármacos a precios asequibles.

Las personas con SIDA precisan de todo el apoyo de familiares, amigos y organismos asistenciales, para sobrellevar esta enfermedad sin cura, pero ante la que una actitud animosa de lucha puede ser decisiva.


PREVENCION DEL SIDA

Valores humanos contra el SIDA.-

"La estrategia fundamental de prevención a la hora de enfocar el problema del sida se apoya básicamente en un trípode de objetivos que son: disminución del riesgo de contraer infecciones por VIH en los usuarios de drogas por vía parenteral, información a la población general y educación para la salud y en valores para los jóvenes y adolescentes". Estas son frases de Don Francisco Parras, secretario del Plan Nacional contra el SIDA, y estamos de acuerdo con él en la educación en valores para los jóvenes, pero, ¿qué han hecho en esa dirección hasta ahora?.

En unas sociedades heterogéneas con respecto a las costumbre, es difícil encontrar valores comunes en todas las personas, como para que el Estado eduque en ellos a todos los ciudadanos, sin demasiados problemas. Las autoridades quizá conocen cuales son los valores necesarios que se deberían inculcar a los jóvenes para una autentica prevención del SIDA, pero no los divulgan . Quizá espera que sean otros agentes sociales los que se movilicen en esta línea, para no mancharse ellos las manos en lo que podría suponer un descenso electoral.

Hay que decidirse por los auténticos valores, aunque no sean compartidos por todas las personas; de hecho, si lo fueran, no sería casi necesario el difundirlos. No se debe respetar opiniones que consideren valores el "amor libre". No, eso no es valor, es un contravalor, y no se debe respetar, entre otras cosas, porque son los contravalores que nos conducen a todos al SIDA, y no sólo a ellos.

El médico psiquiatra C. Gómez Lavín recuerda la necesidad de formar a los jóvenes en lo que son los auténticos valores, y en este caso del SIDA, en lo que es el verdadero amor, "en ese amor del ser humano en que se compromete a todos los planos de la personalidad, también los afectivos y espirituales. Porque sólo cuando se vive bien el matrimonio y la fidelidad, es decir, el auténtico amor, se dignifica y se libera a la persona, se la enriquece y se la hace madurar" .




Responsabilidad.-

Entre la población de monos africanos existe un virus similar al del SIDA. Precisamente el estudio de las posibles vacunas sobre el SIDA se está experimentando con monos. Ellos adquieren el llamado VIS, Virus de Inmunodeficiencia Simia. Si tuviéramos que planear unas medidas de prevención, seguro que todos los entendidos coincidirían en ellas.

Ahora bien, todo ese conjunto de medidas preventivas para los monos, no podrán ser iguales a las medidas preventivas para personas humanas. Da la impresión que algunas personas a la hora de diseñar medidas de prevención para el hombre frente al SIDA, se olvida de que somos personas, y por lo tanto susceptibles de cultivar muchos valores humanos que nos hacen totalmente diferentes a los monos.

Inculcar responsabilidad es ineludible en las campañas contra el SIDA.

Los adultos que se encargan de educar a los adolescentes tienen el deber de prevenirles contra una actividad sexual prematura, es decir, contra el uso de la sexualidad antes de que se tenga conciencia de la gravedad de lo que ello implica, antes de adquirir el sentido del respeto que se ha de tener hacia uno mismo y hacia los demás, antes de ser capaz de asumir responsablemente las consecuencias de las propias acciones. Hay que decirles con claridad que si tienen relaciones sexuales con alguien que esté infectado por el SIDA, corren el riesgo de contraer el virus y de morir a consecuencia de ello.

Se debe hablar de los peligros de la drogadicción juvenil que ahora, además, también conlleva el peligro del SIDA.

El periódico Europe Today, informaba en que el avance del SIDA en todo el mundo estaba llevando a replantear las estrategias de prevención. En Estados Unidos están surgiendo iniciativas que apoyan un cambio a un comportamiento sexual responsable. El mensaje de reservar el sexo para el matrimonio está siendo repetido a lo largo del país por asociaciones y grupos "pro-continencia". Estos grupos propagan también entre drogadictos y homosexuales el mensaje de que "pueden ser libres rompiendo con ese estilo de vida, para descubrir la paz interior y desterrar el miedo al SIDA. En California se imparten, por ejemplo, curso con el lema "Sé prudente, espera al matrimonio" (Do the right thing, wair for the ring). Otro curso titulado "Las buenas razones para esperar", recomienda a los jóvenes evitar las relaciones sexuales, las bebidas alcohólicas y las películas pornográficas.

El Departamento Federal de Sanidad difunde desde 1989 un folleto titulado Muchos jóvenes están diciendo: "No", donde se afirma entre otras cosas :"Las presiones vienen de todas partes...anuncios publicitarios, amigos, películas en el cine y en la televisión, videos, espectáculos, canciones y libros (...) Pero detente y piensa un momento. Realmente, ¿serás más popular, más maduro o madura, más deseable, si tienes relaciones sexuales?. Probablemente no. De hecho, tener relaciones sexuales podría hacer que tu pareja pierda el interés por ti. Lo que si es seguro es que, al tener relaciones sexuales, te vas a encontrar con problemas que no sabrás cómo resolver". Este folleto del Departamento de Sanidad formula una serie de preguntas para ayudar a los jóvenes a decir no en este tema, con sentido de responsabilidad; advierte que decir "no", no es tan difícil ni raro, y da una serie de respuestas frente a presiones que se puedan presentar.

Los riesgos para la salud que se derivan de la promiscuidad juvenil también debería ser un factor que llamará a la responsabilidad a muchas personas. Muy poco se habla de estos riesgos: cánceres cervicales, abortos, esterilidad.... Se habla muchísimo más de los riesgos para la salud que tiene el tabaco, y poquísimo de los que tiene una iniciación sexual precoz. El doctor Brudanell, médico consejero de una clínica de abortos, en un artículo de 1980 en la revista Modern Medicine, en unos años en los que la fiebre por el sexo más grados había subido, se atrevía a decir cosas como las que siguen cargadas de sentido común: "El precio que las adolescentes tienen que pagar por tener relaciones sexuales parece excesivo. Ha llegado el momento de decir muy claramente que es un error que las chicas de menos de quince años practiquen el acto sexual. Los placeres de la actividad sexual, incluidos la gestación y el dar a luz, podrán así ser disfrutados en sus años más maduros y libres de problemas ginecológicos adquiridos precozmente".

Por desgracia, sólo el personal médico motivado lee esas revistas, y ningún periodista se atreve a transcribir a la prensa popular un mensaje así de directo y sencillo. Y, menos que nadie, las revistas juveniles: no van a echar ese jarro de agua fría encima de lo que es su fuente principal de ingresos: la curiosidad sexual provocada.

No es un valor inasequible este de la responsabilidad. Aún entre personas con conductas peligrosas, siempre hay ratos de sensatez, y el instinto de conservación sigue estando ahí. El doctor Jorge Romero es especialista en VIH/SIDA del madrileño Centro Sanitario Sandoval, que tiene ya 50 años de existencia, y es siempre referencia obligada para las ETS en Madrid, especialmente en lo que se refiere a los grupos de mayor riesgo, y él doctor asegura que :"La infección por VIH ha propiciado un cambio radical en las conductas de riesgo. La promiscuidad sexual ha disminuido, y muchas personas han reducido el número de parejas sexuales".

Hablando de las personas homosexuales también el doctor Romero asegura que: " Se ha comprobado que, si hace quince años la media de parejas distintas por año en el grupo de varones homosexuales era alrededor de 30. Ahora está alrededor de 10, y el descenso continúa.".



Fidelidad. Monogamia.-

Los matrimonios fieles están a salvo del SIDA, ya que no es posible contagiarse de un cónyuge no infectado. En los países occidentales el riesgo de contagio de SIDA por relación heterosexual es aún bajo. Ciertamente al crecer el número de infectados, aumenta la probabilidad general de contraer el SIDA por vía heterosexual. Pero, para incurrir en ese riesgo, hay que caer en la promiscuidad.

En África, y en el Sureste Asiático, en países como Tailandia el contagio por vía heterosexual es frecuente.

James York, un matemático que ha construido un modelo que simula la expansión del SIDA, ha podido detectar algunas diferencias entre la transmisión de VIH y la de otras enfermedades de transmisión sexual. Según los estudios de York, de principios de 1995, en el caso del SIDA es más peligroso mantener relaciones sexuales con diferentes parejas, de las que sólo algunas están infectadas, que hacer lo mismo pero con una sola persona también infectada. Al parecer esto es debido a que la transmisión es más fácil durante dos períodos: cuando la persona acaba de ser infectada por el virus VIH, y aproximadamente diez años después, cuando el sistema inmunológico empieza a ser afectado. De esta manera, la persona promiscua tiene una mayor probabilidad de contagiarse al tener relaciones con alguien que tenga SIDA en una de estas dos etapas, que aquella que mantiene una pareja estable aunque ésta sea portadora del virus.

La fidelidad, he aquí una de las soluciones contra el SIDA. Palabra que está marginada en esta cultura nuestra. Todo lo que suponga un pequeño compromiso, nos resulta en primera instancia rechazable. Troquelados, como estamos, por los anuncios publicitarios en los que se nos aconseja de no privarnos de nada, de piensa sólo en ti, diviértete a tope, etc...esas otras cosas quedaron en desuso. El amor fiel, a lo "Love story" es presentado como una cosa de románticos, de nostálgicos, al fin y al cabo.

¿Es mucho pedir a personas casadas que no engañen a su cónyuge?. Ya se sabe que hay quien presume de tener un amante -se nos presenta esto como audaz, valiente- , de poner los cuernos al otro. Pero aunque sólo fuera desde el punto de vista sanitario, ¿no vale la pena recriminar esas conductas?.

Muchas veces se ha dado, y se está dando, casos de que empieza a surgir el SIDA en un miembro de la familia, en otro, en otro..., y al final se descubre el origen. El primer contagio ocurrió hace años, cuando el padre de familia, hombre de negocios acostumbrado a viajar, pasaba alguna que otra noche en clubs de alterne. Después contagió a su mujer, y alguno de sus hijos también nació ya contagiado. ¿Qué se puede decir en estas ocasiones?, ¿que nadie tuvo la culpa?, ¿que nadie traicionó a nadie, y son cosas del destino?. ¿Es mucho pedir la fidelidad con el otro?.

A pesar de todo, hay quien se sigue escandalizando cuando se dan estos consejos. Los apologistas del condón se rasgan las vestiduras cuando ven que alguien recomienda algo distinto de sus productos. Así el profesor Rafael Nájera en un Congreso Español de Sexología -mejor público imposible-, criticaba que se otras personas hablaran de castidad en vez del condón. Decía de un modo falaz que "la castidad no se lleva a cabo de una forma constante. Contra el SIDA, la castidad falla más que el preservativo". Lo realmente exacto es decir que la castidad sólo falla cuando no se vive, mientras que el preservativo puede fallar aunque se utilice. Por lo tanto, uno a dos en contra del condón.

También está comprobado que, a pesar de las insistentes campañas, el condón no se utiliza de modo constante. El propio Nájera alertó sobre "el resurgir tremendo" de la enfermedad que se está produciendo en Estados Unidos a causa del descuido en el uso del condón. "Hay que ser absolutamente constantes en la práctica del sexo seguro", predicó Nájera. Nada, ni una transgresión a la regla, aunque el empleo del preservativo vaya contra la tendencia más natural. Aquí la norma es no permitirse una excepción. Lo sorprendente es que se considere imposible que un hombre sea fiel a su mujer y luego se pretenda que no traicione nunca al condón. Pero ¿no es más fácil y más atractivo ser fiel a una mujer?.

El Congreso de los Estados Unidos llamó como experta a la Presidenta de la Asociación Americana de Educadores, Consejeros y Terapeutas sexuales, la Dra Theresa L. Crenshaw de San Diego, que afirmó :"Por razones de salud hay que abandonar el sexo casual y promiscuo (...)hay que insistir en la necesidad de resaltar la importancia del cambio de conducta. Es irresponsable la resignación ante la amenaza del SIDA, y limitarse blandamente a frenar un poco su expansión. Hay que decir a la gente claramente que debe evitar toda actividad sexual con cualquiera que no sea el compañero comprometido(...). La conducta sexual puede cambiar, pero no lo hará si no confiamos en ello, y no la recomendamos".

El análisis epidemiológico pone de relieve el contagio cada vez más frecuente de la población joven, sobre todo de mujeres jóvenes. De modo que el índice de seropositivos en varios países es mayor entre las mujeres que entre los hombres. "Para muchas mujeres africanas, el mayor riesgo de contaminación por el virus del SIDA tiene que ver con el comportamiento sexual de su marido o de su pareja habitual", dijeron los epidemiólogos reunidos en Kampala. "Las mujeres que tienen una relación de tipo monógamo no pueden generalmente protegerse de la infección cuando su marido no tiene un comportamiento sexual similar".

Combatir el SIDA en África significa, pues, cambiar la conducta sexual de muchos hombres, que con frecuencia tienen relaciones sexuales con distintas mujeres. Pero las políticas impulsadas hasta ahora de lo que se han preocupado es de distribuir anticonceptivos y de predicar el "sexo seguro". Nada de eso ha contribuido a promover entre los hombre el "sexo responsable". Y si antes eso podía ser una cuestión conveniente, con el SIDA se ha convertido en una cuestión de vida o muerte.

Para que muchas africanas puedan protegerse del SIDA, es preciso reforzar su posición en la familia. En este sentido, una alternativa verdaderamente avanzada es la que promueve la Iglesia en esos países. Y no sólo porque con su doctrina y su acción defienda la igual dignidad de marido y mujer, o porque con su trabajo educativo y sanitario esté en primera línea en la capacitación femenina en el continente. También por su doctrina sobre la regulación natural de la natalidad y su llamada al autodominio sexual y a la fidelidad matrimonial.

Si hay que cambiar en muchos países la tendencia a la promiscuidad, no parece que la condonmanía buen instrumento. Lo decisivo es el aprendizaje del autodominio en el ejercicio de la sexualidad. Y ahí juegan un papel importante, cuando son necesarios, los métodos naturales de regulación de la natalidad, que corresponsabilizan al varón y respetan más a la mujer. Para muchas africanas, unos métodos que son eficaces y gratuitos, sin efectos secundarios y que involucran a su marido, es lo ideal. Pero esos métodos requieren que sus maridos no sólo respeten sus cuerpos, sino que las acepten como iguales en las relaciones conyugales. El problema es que este es un cambio demasiado radical para algunos maridos. Pero sólo esta revalorización de la mujer africana puede reordenar las relaciones dentro del matrimonio.


Continencia, castidad.-

En muchos países de Occidente todo lo que suene a castidad está mal visto en los medios que sustentan las opiniones dominantes. Parece como si fuera un pecado el hecho incluso de nombrar la palabra castidad. Declarar públicamente que las relaciones sexuales han de reservarse para el matrimonio y que los jóvenes deben aprender el dominio de sí, más bien que las marcas de anticonceptivos, es exponerse a ser llamado retrógrado. Pero quizá las cosas están cambiando, o deben cambiar.

"La verdadera prevención frente al SIDA -recuerda Sgreccia- en el comportamiento y en la vida sexual es la continencia. La revalorización de la moralidad como fuente de bien para la persona y como medio para mejorar el equilibrio sanitario será un paso para guiar el bien individual y social".

Cada vez más programas de educación sexual ponen el acento en la continencia, también los impartidos por grupos no confesionales.

En la primera página del New York Times, (16-I-94) estos fenómenos han merecido la crónica, y sin ningún comentario desfavorable. El propio Bill Clinton ha defendido el mensaje contra las relaciones sexuales prematuras en sus visitas a escuelas de barrios problemáticos. En Estados Unidos han surgido muchas iniciativas para enseñar a los jóvenes a decir no. En vallas publicitarias se pueden leer mensajes que revelan cuál es la verdadera prevención del SIDA: "No te dejes engañar: el único `sexo seguro` es la continencia antes del matrimonio y la fidelidad en el matrimonio". En esas campañas intervienen grupos no confesionales , o los dedicados a la planificación familiar, o organizaciones de izquierda. Actúan sin complejos, y con respaldo público.

Una serie de directrices o líneas de actuación se dan en esas campañas y cursos (180.000 alumnos en California reciben los cursos), y deben ser trasladables a todos los países occidentales :

- Se ayuda a los chicos a resistir la presión ambiental.
- Profesores jóvenes, un poco más mayores que los alumnos, enseñan a las alumnas a cómo despachar a los donjuanes.
- clases prácticas en las que se dan argumentos y lenguaje de la calle.
- explicar por qué es mejor no tener experiencias prematuras que acaban siendo experiencias amargas

En los programas, la enseñanza fundamental debe ser la continencia, más que la castidad, pues la finalidad expresa no es moral. La finalidad, ante todo, es detener la espiral de desintegración familiar, pobreza y fracaso escolar que la epidemia del sexo desencadena en los barrios pobres.

Los cursos, los programas, deben dirigirse a la voluntad, a diferencia de los programas de sexología que suelen dirigirse a la bragueta, ni siquiera al cerebro.

El responsable máximo de la sanidad pública en el Estado de Virginia, Lance Morrow, en un artículo (Time), recomienda, sin ninguna autocensura mental, la continencia para evitar muchos problemas. Dice: " ¿Cómo evitar que la juventud norteamericana caiga en la espiral descendente, que no es sólo el conocido problema de los embarazos de adolescentes, y la desintegración familiar, y el SIDA, sino también la general degradación sexual norteamericana, la charca del ´ello´? (...) Podría funcionar un ambiente general de continencia, una cultura de la continencia". Las burlas que han provocado las declaraciones, tratan de justificarse alegando que semejantes consejos no lograrían nada. Los adolescentes no se abstendrán del sexo, como no lo hacen los perros callejeros. Lo más que se puede hacer es darles condones y confiar en que los usen. Y si no ... sólo queda un último recurso acudiendo a un abortero. Esta forma de pensar, y de actuar, repartiendo condones, proclama que la sociedad espera de los jóvenes que se comporten como perros.

La mentalidad de la continencia exige algo de moralidad. Hay que enseñar que cuanto más cedes a algo, especialmente lo malo -drogas, sexo irresponsable, violencia, música idiota, estupidez, conducción temeraria, malos modos, ira...-, más pierdes. Cuanto más te niegas, más ganas. Esto no es una moraleja barata, sino una valiosa verdad que en la última o en las dos últimas generaciones ha sido arrastrada por un torrente de porquería. Para un adolescente, la continencia supone seguridad y, por lo tanto, la libertad que le da el dominio de sí. La continencia es un medio para ver claro, una ventana a través de la cual es más fácil distinguir, entre otras cosas, a uno mismo y al prójimo.

La castidad es defendida por confesiones religiosas, y está dejando de ser una palabra tabú. En el verano de 1994 se celebró en Washington un magno festival al que asistieron cientos de miles de jóvenes. Los lemas fueron por ejemplo: "El verdadero amor, sabe esperar", "esperar a la pareja que Dios ha previsto para ti". Los asistentes proclamaron públicamente su propósito de ser continente hasta el matrimonio. Las noticias de estos multitudinarios festivales no llegan a los telediarios de España, no interesa transmitirlas.

Vallejo Nájera decía :"La educación en la castidad es sanísima y nos ayudó a superar los problemas de la edad. En cambio, la presunta libertad sexual que se predica ahora, esa sí que llena de pacientes la consulta del psiquiatra".

En Italia, el Ministro de Sanidad Donat Cattin envió una carta a veinte millones de familias, junto a un folleto informativo, sobre las medidas para prevenir la enfermedad del SIDA. Según un sondeo que se hizo a continuación el 93% de las personas que la leyeron estaban de acuerdo con sus recomendaciones. En esa carta se decía por ejemplo, que :"para una persona sana, la primera regla aconsejable es atenerse a una existencia normal en las relaciones afectivas y sexuales ". También el ministro en un momento dado cita la castidad al menos por razones higiénicas : "Se puede ironizar sobre la castidad, pero está indicada por la OMS como la primera posibilidad de comportamiento de los seropositivos (...) No es posible prevenir la enfermedad y al mismo tiempo, practicar estilos de vida arriesgados. Quien afirma por ejemplo, la absoluta seguridad ofrecida por el preservativo, es desmentido por casi todos los expertos".

A partir de entonces este ministro no cayo nada bien a buena parte de periódicos. Les molestaba que este ministro combatiera el tabú creado por la mentalidad hedonista que cree que la castidad es imposible o antinatural.

es cierto que en algunas etapas de la vida solo queremos disfrutar sin medir las consecuencias , para otros la vida es como una especie de "transito" y que no tiene mucho significado sea cual sea nuestro manera de ver la vida tratemos de vivirla de la mejor manera almenos evitando el sufrimiento a quienes les importamos tengamos en cuenta que solo se mecesita una noche con un desconocido, para que tan solo en 3 segundos el virus invada nuestro cuerpo si la amas pues no la engañes si lo amas exigele cuidarse



0 comentarios :

Publicar un comentario

hola déjanos tu comentario: